Empezamos montando los huevos con el azúcar.

Una vez bien espumosos, unimos la leche y la mantequilla derretida tibia. Terminamos tamizando los polvos y batimos muy velozmente, solo hasta amalgamar los ingredientes.

Vertamos en un molde con a la base papel encerado y en los bordes untado y enharinado. Horneamos a 170 grados por 40 minutos.

No cocinamos demasiado el pastel, tiene que quedarse suave. Sacamos del horno y dejamos enfriar totalmente.

Preparamos la crema montando la crema de leche con el azúcar impalpable. Cuando empieza a montar, unimos el mascarpone. Ponemos a descansar en la refrigeradora.

Mientras tanto, cortamos el pastel a la mitad y mojamos las dos superficies con un poco de leche. Calentamos la crema de avellana en la microonda para que se haga mas suave y hacemos una capa de crema de avellana en la base del pastel. Luego hacemos otra capa con la crema de mascarpone y terminamos cubriendo el pastel.

Dejamos el pastel a descansar en la refrigeradora una hora.

El pastel se conserva en la refrigeradora hasta 3 días. Mas se hace frio mas estará rico.